dulceOsalado, de tienda online a tienda offline

Hace poco recuperé un artículo de hace un año de la revista Emprendedores, que compro de manera más o menos habitual desde hace más de 10 años, donde se recogía el cambio que estaba viviendo la artesanía. En él destaqué esta frase que encaja perfectamente con Elena Manuel, el alma de la marca dulceOsalado: «Aparecen nuevos artesanos con cualificación superior en carreras de diseño, bellas artes e incluso arquitectura. Son los ‘design makers'».
Conocí a Elena en el 2014, cuando le hicimos una reseña para mi revista veoveo magazine de su proyecto de complementos con miniaturas realistas, que por aquel entonces vendía en ferias y online. Hace poco retomamos el contacto vía Instagram y descubrí que tenía tienda propia en Santander y que estaba muy contenta. Me quedé con ganas de saber más y aquí está lo que me contó…

 ¿Cuánto años tiene dulceOsalado?
Empezó cuando quise hacer un regalo a mi cuñada que venía de visita a Santander y decidí hacer una pulsera con una mini hamburguesita de colgante porque ese verano comimos unas muy ricas y fue como un icono. Ahí estaba la línea de salida.
Mi primera publicación en las redes sociales fue en el 2011, sin saber que esto iba a durar hasta el 2016. ¡Cinco añazos!

► Tu proyecto empezó con una tienda online ¿por qué decidiste abrir la tienda física en Santander?
Abrir una tienda física parecía un sueño inalcanzable por lo que, en un inicio, no me paré mucho a pensar en ello, estaba estudiando y trabajando. Con mi formación de interiorista y en diferentes ámbitos del diseño, trabajé en varios estudios de moda, arquitectura e iluminación, siempre como becaria y en condiciones no muy buenas sin expectativas de crecer. Por este motivo dejé Madrid, para volver a mi cuidad natal, Santander. No sabía qué iba a hacer, pero sí tenía claro lo que no quería, por lo que trabajé de lo que salía hasta que decidí ser yo la que controlase mi vida y mi tiempo. Era mi mejor momento y podía volver a empezar de cero: sin hijos, sin hipoteca, sin coche, con algo de capital ahorrado y una idea clara en mi cabeza “si no lo intentó, me arrepentiré siempre”.

Mi amiga Paloma Merendón, interiorista como yo, abrió un año antes una tiendita con mucho encanto, con ilustraciones suyas y artículos de decoración. Ella ha sido un ejemplo para mí desde el principio y una buena consejera, ella fue el empujón que me faltaba.

Encontré un local chiquitito, a buen precio, dónde trasladé el taller con un espacio dedicado a la venta. Hoy hace casi dos años.

 ¿Qué trámites burocráticos tuviste que hacer antes de abrir la tienda?
El local estaba claro, llevaba tiempo vacío, y el precio y la zona me encajaba a la perfección. Reservé el local mientras seguía trabajando en una tienda, sin saber muy bien. Pedí cita en la cámara de comercio, ellos me guiaron todo el camino: ayudas, subvenciones, plan de empresa, etc… Hacían un seguimiento del proyecto. Me explicaron cómo conseguir la licencia del local, cómo darme de alta en hacienda. Ellos consiguieron que fuera sencillo, para mí era todo nuevo y desconocido.

► ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de tener una tienda física?
Las ventajas, es una satisfacción absoluta, poder disfrutar de lo que haces, que guste a la gente, probar cosas nuevas, salirte del guion y sobre todo, libertad creativa.

Desventajas, las hay. La incertidumbre, no tener un sueldo fijo, pagar y pagar. Hay que ser constante y pelear día a día. Disimular los días malos. ¿Pero sabes qué? Pesan más las ventajas.

► ¿Cómo realizaste el presupuesto para poder abrir tu tienda? ¿Se ajustó al dinero que tuviste que invertir realmente?
Yo soy de empezar por abajo, con lo que tengo. Siempre he sido muy “hormiguita”. Era un proyecto de pequeña escala y fácil de controlar. El presupuesto se ajustó correctamente, aunque siempre salen imprevistos antes de abrir, o chapucillas que no contabas con ella. Para abaratar costes, hicimos casi todo entre mi pareja y yo: suelo, pintura, montaje de muebles, etc… ¡Y el resultado fue bueno! Desde la cámara de comercio me ayudaron también a calcular un presupuesto inicial y a tener un margen de “por si acasos”.

► ¿Nos podrías contar algún error que hayas cometido a la hora de emprender del que hayas aprendido mucho?
¡Claro! Nunca cancelar un recibo de la seguridad social. Quería cambiar la domiciliación del recibo ese mes. Por asesoramiento de un banco me dijeron de cancelarlo y que lo volviesen a pasar por la nueva cuenta. ¡ERROR! La seguridad social no vuelve a pasar el recibo, y además penaliza. Tenía la famosa tarifa plana de 50€ mensuales, que se convirtieron en unos 350€, me quitaron la subvención ese mes más la penalización. Más un montón de llamadas, colas y esperas. Algo que todo el mundo sabía menos yo y el que me asesoró del banco.

¿Qué crees que se podría hacer para facilitar la creación de negocios de creadores?
Buscar una solución a las tasas de seguridad social e impuestos de los autónomos, creo que es lo que más hace que nos lo pensemos dos veces. Puedes intentarlo sin local, sin una inversión grande, pero cuando quieres dar el paso, necesitas darte de alta legalmente. Hay que probar primero, ver cómo puede funcionar, si gusta o no gusta, cómo reacciona el mercado, incluso cómo nos sentimos nosotros mismos.

¿Te has formado a nivel empresarial? ¿En tus estudios creativos había alguna asignatura en este sentido?
Durante mis estudios en el Instituto Europeo de Diseño, siempre hay asignaturas de “marketing”, te enseñan a presupuestar proyectos, temas legales, contratos, etc. Pero nunca te lo tomas demasiado en serio. Se tiene que plantear la necesidad, para prestarle atención, por lo menos en mi caso. Empecé un año antes de abrir la tienda, un ciclo formativo a distancia de gestión administrativa, hace poco lo aparqué porque necesitaba centrarme más con la tienda.

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